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domingo, 16 de diciembre de 2012


Cuando el porno pasa a ser una adicción...

Porno

Ver alto contenido erótico es más común de lo que se cree, pero puede generar dependencia.

Es un hecho: ver pornografía se ha convertido en una práctica cotidiana para cada vez más personas. Para la muestra estas cifras: a diario circulan en el mundo más de 2.500 millones de correos electrónicos con material sexual y se hacen 68 millones de búsquedas relacionadas con el tema; se sabe que una de cada tres personas que ve porno es mujer, y el 12 por ciento de los sitios web son pornográficos.
La tendencia, que a veces se despacha como un simple ‘signo de nuestros tiempos’, es preocupante. Especialistas consultados por EL TIEMPO coinciden en que aunque ver pornografía no es nocivo de por sí, quienes lo hacen pueden caer en conductas obsesivas, con consecuencias como la destrucción de la vida sexual y la afectiva.
Para la psiquiatra Olga Albornoz, quien admite que ver pornografía hace parte de la iniciación sexual de muchos jóvenes, hay una delgada línea entre una práctica común y la adicción: “El problema está cuando incide en la vida sexual, a grado tal que suple o reemplaza las relaciones sexuales”.
La psicóloga Sandra Herrera, quien ha atendido a varias parejas cuyo matrimonio se ha acabado por esta razón, está de acuerdo. “Hay casos en que la pornografía desencadena lo que llamamos ‘impotencia funcional’, es decir, que el afectado pierde el gusto por su pareja y prefiere ver películas de este tipo a tener relaciones sexuales”.
Para la especialista, ver pornografía deja de ser una conducta normal cuando el placer que produce ver una imagen o una película impide comenzar relaciones afectivas. “En ocasiones –dice–, las personas se inhabilitan como seres afectivos y terminan con debilidades sociales para relacionarse”.
Existe una teoría según la cual las neuronas espejo (responsables de que las personas ejecuten acciones al observar a otros ejecutar esa misma acción) se activan con imágenes y audios con contenido sexual, liberando en el cerebro sustancias como la noradrenalina y la dopamina, que producen placer. Cuando alguien no es capaz de controlar estas emociones, puede volverse adicto.
Según el psiquiatra Mario Parra, “como en cualquier adicción, se pueden presentar síntomas de abstinencia. Alguien se puede sentir mal o culpable por ver porno, pero al evitarlo puede comenzar a sentir ansiedad, palpitación, sudoración, lo que lo obliga nuevamente a ver imágenes sexuales”.
Para él, identificar el problema en este caso no es fácil, pues se trata de un placer solitario. Advierte que cuando la práctica genera dependencia, invade la cotidianidad, aísla y desplaza la vida social, es necesario reconocer las dificultades. Según el especialista, hay que identificar cuadros depresivos, esquizoides u otro tipo de trastornos. Su tratamiento puede incluir, dependiendo del diagnóstico, medicamentos y psicoterapia individual o en grupos.
También existen grupos en los que se aborda el tema, similares a los de alcohólicos anónimos. En Bogotá está Sexólicos Anónimos, en el cual tratan la adicción a la pornografía y otras filias alrededor del sexo.
Consejos para los padres
Internet ha hecho que el acceso a la pornografía sea fácil para niños y jóvenes. Un estudio realizado en la Unión Europea el año pasado reveló que un cuarto de los niños de entre 9 y 16 años han visto pornografía y que un tercio de los jóvenes de 16 a 18 años han visto fotos sexuales en sus celulares en el colegio.
Programas como Naomi, de Microsoft, y Antiporn, de Softonic, son herramientas con las que los padres pueden controlar las páginas que ven sus hijos. Por otra parte, la psiquiatra Olga Albornoz aconseja a los padres dialogar con sus hijos “sin satanizar el tema y enseñarles que las relaciones sexuales deben girar alrededor del amor”.
SERGIO CAMACHO IANNINI
TOMADO DE: El Tiempo online, sección Vida de hoy-Salud-.
Se encuentra en el enlace: http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/salud/el-porno-y-su-influencia-en-el-diario-vivir_12453666-4


4 comentarios:

  1. Gracias a Internet,en pleno siglo XXI cualquier tipo de público tiene acceso a un tema que es "Tabú" con "T" mayúscula, La pornografía.
    Sinceramente no creo que sea pecado que haya gente que la vea, pero sí considero mal hecho que los niños de ambos géneros se inicien en esto desde tan temprana edad... Las cifras son preocupantes, y podemos ver que sitios de este tipo que además aparecen sin ninguna restricción invaden la red permitiendo que los menores tengan acceso.
    Respecto a las rupturas de matrimonios por la "adicción a la pornografía" lo tomo como algo exagerado, además debería ser de ayuda para mejorar su vida sexual y evitar la monotonía.
    * Publico esta noticia porque no siempre podemos estar hablando de las cochinadas que suceden a diario en este país,por esta semana deje las críticas de lado y me dediqué a informar sobre un tema que tiene sus preocupaciones pero es más agradable e interesante de leer que andar parloteando de falsos Positivos, promesas que no se van a cumplir, muertes y demás problemas del diario vivir colombiano.*
    Gracias

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  2. No cabe duda que para la sociedad actual ver pornografía es un tema común y normal. Pero lo que aún no me parece normal y no estoy de acuerdo es que sea accesible para los niños y jóvenes en la pubertad pues no tienen una madures sexual y cognitiva suficiente para asumir este asunto y por eso pueden tener un desarrollo erróneo lo que traerá con sigo acciones no muy saludable para él y la sociedad que lo rodea. Por tal motivo es hora de que se empiecen a crear unos parámetros que no permitan a los adultos y menores curiosos caer en la dependencia.

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  3. La pornografía es uno de los temas más controversiales de la actualidad cuyo epicentro se encuentra en el uso excesivo de la misma y sus lógicas consecuencias, desde mi perspectiva encuentro natural esta actividad sin embargo existen límites que deben determinar estas decisiones.

    En la noticia me sorprendió encontrar casos extremos en los que la persona llega al punto de reemplazar su vida de pareja por estos hábitos que se convierten en obsesivos y poco sanos tanto para el individuo en cuestión como para su eventual cónyuge.

    En conclusión, el libre desarrollo de la personalidad permite cierta autonomía aun así limitándose por valores morales y sociales. El problema radica en la transgresión y abuso de este hábito al punto de que afecta su círculo social y familiar, punto en el cual el sujeto debe entender que su costumbre se ha convertido en un problema de adicción.

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  4. Es una redacción interesante, aunque me parece que no es una noticia novedosa. Hace tiempo se sabe que ver pornografía es un hábito muy común, debido a la facilidad de encontrársela, siendo Internet uno de los medios mas usados para acceder a ésta. También se sabe que como cualquier habito, el ver pornografía puede convertirse en adicción.

    No me parece una noticia de impacto reciente, sin embargo es importante corear conciencia acerca de ésto. Cualquier adicción es mala, y como ya se ha mostrado, ésta ocasiona problemas en las relaciones sociales y afectivas.

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